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MOVIMIENTO – MASTERCLASS – Huesos, músculos y articulaciones

¿SABÍAS QUE..

…hay más de 600 músculos que mueven a los huesos y otras estructuras? 

Los seres humanos disponemos de tres tipos de músculos:

  1. Los músculos esqueléticos están unidos a los huesos a través de tendones fibrosos, como en las piernas, los brazos y la cara. Los músculos esqueléticos también se llaman “estriados” porque están compuestos por fibras que poseen franjas o estrías horizontales cuando se ven al microscopio. Estos músculos mantienen unido al esqueleto, dan forma al cuerpo y lo ayudan en los movimientos cotidianos (también se conocen como “músculos voluntarios”, porque podemos controlar conscientemente sus movimientos). Este tipo de músculo se puede contraer (acortar o tensar) rápida y enérgicamente, pero se cansa con facilidad.
  2. Los músculos lisos o involuntarios también están formados por fibras, pero este tipo de músculo tiene un aspecto liso en vez de estriado. No podemos controlar conscientemente los movimientos de los músculos lisos; contrariamente, están controlados automáticamente por el sistema nervioso (motivo por el que también reciben el nombre de “involuntarios”). Las paredes del estómago y de los intestinos son ejemplos de músculos lisos, que ayudan a descomponer los alimentos y a trasportarlos por el sistema digestivo. También hay músculos lisos en las paredes de los vasos sanguíneos; se encargan de tensarlas o aflojarlas para influir sobre el riego sanguíneo, lo que ayudar a controlar la tensión arterial. Los músculos lisos tardan más tiempo en contraerse que los esqueléticos, pero pueden permanecer contraídos durante más tiempo porque no se cansan tan fácilmente.
  3. El músculo cardíaco se encuentra en el corazón. Las paredes de las cavidades cardíacas están compuestas casi completamente por fibras musculares. El músculo cardíaco también es un músculo de tipo involuntario. Sus contracciones, rítmicas y enérgicas, expulsan la sangre del corazón mientras late.

Los músculos tiran de las articulaciones, lo que nos permite movernos. También ayudan al cuerpo a desempeñar funciones como masticar alimentos y transportarlos a través del sistema digestivo.

Incluso cuando estamos sentados y completamente quietos, hay músculos de nuestro cuerpo que están en constante movimiento. Los músculos ayudan a latir al corazón, a que el tórax se expanda y se contraiga mientras respiramos y a que los vasos sanguíneos regulen la tensión arterial y el riego sanguíneo por todo el cuerpo. Cuando sonreímos o hablamos, los músculos nos ayudan a comunicarnos, y, cuando hacemos ejercicio, nos ayudan a mantenernos sanos y en forma.

¿Cómo funcionan los músculos?

Los movimientos que hacen los músculos están coordinados y controlados por el cerebro y el sistema nervioso. Los músculos involuntarios están controlados por estructuras que se encuentran en las profundidades del cerebro y en la parte superior de la médula espinal, lo que se conoce como “tronco cerebral”. Los músculos voluntarios están controlados por las partes del cerebro conocidas como la corteza cerebral motora y el cerebelo:

Cuando decides moverte, la corteza motora envía una señal eléctrica, a través de la médula espinal y de los nervios periféricos, a los músculos, haciendo que estos se contraigan. La corteza motora de la parte derecha del cerebro controla los músculos de la parte izquierda del cuerpo y viceversa.

El cerebelo coordina los movimientos musculares que dirige la corteza motora. Los sensores de los músculos y de las articulaciones envían mensajes de retroalimentación a través de los nervios periféricos para indicar al cerebelo y a otras partes del cerebro dónde y cómo se está moviendo el brazo o la pierna y en qué posición se encuentra. Esta retroalimentación permite que hagamos movimientos fluidos y coordinados. Si quieres levantar un brazo, el cerebro envía un mensaje a los músculos del brazo, y este se mueve. Cuando corres, participa una mayor cantidad de mensajes cerebrales, porque hay muchos músculos que deben trabajar al unísono o de forma encadenada.

Los músculos mueven distintas partes del cuerpo contrayéndose y relajándose. Los músculos pueden tirar de los huesos, pero no pueden llevarlos de nuevo a su posición inicial. Por eso, trabajan en pares de flexores y extensores. El flexor se contrae para doblar una extremidad en una articulación. Luego, una vez completado el movimiento, el flexor se relaja y el extensor se contrae para extender o estirar el miembro en la misma articulación. Por ejemplo, el bíceps, un músculo ubicado en la parte superior y anterior del brazo, es un flexor, mientras que el tríceps, ubicado en la parte superior y posterior del brazo, es un extensor. Cuando doblamos el brazo a la altura del codo, el bíceps se contrae. Luego el bíceps se relaja y el tríceps se contrae para enderezar el codo y estirar el brazo.

¿SABÍAS QUE… 

…el sistema óseo es una complicada estructura que está formada por un total de 206 huesos

Además, junto al sistema articular y el muscular, forman el llamado aparato locomotor. El esqueleto del cuerpo humano está formado por un conjunto de huesos que constituyen el armazón o soporte del cuerpo y, a la vez, lo protege.

Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno, junto con un mineral llamado fosfato cálcico, que confiere resistencia y dureza al armazón. Los huesos almacenan calcio, un mineral que pueden liberar en el torrente sanguíneo cuando esta sustancia es necesaria en otras partes del cuerpo. Las cantidades de ciertas vitaminas y minerales que ingieres, sobre todo la vitamina D y el calcio, afectan directamente a la cantidad de calcio que almacenas en los huesos.

  1. El hueso compacto (o hueso cortical) es la parte sólida, dura y más externa del hueso. Tiene el aspecto del marfil y es sumamente resistente. Su interior está lleno de orificios y canales, atravesados por vasos sanguíneos y nervios.
  2. El hueso esponjoso, que se parece a una esponja, se encuentra dentro del hueso compacto. Está formado por un entramado en forma una malla compuesto por pequeños trozos de hueso llamados trabéculas óseas. Aquí es donde se encuentra la médula ósea.

En este hueso blando, es donde se fabrican la mayoría de las células que componen la sangre. La médula ósea contiene células madre, que fabrican los glóbulos rojos de la sangre y las plaquetas, así como algunos tipos de glóbulos blancos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos corporales, y las plaquetas contribuyen al proceso de coagulación cuando alguien se hace un corte u otro tipo de herida. Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a luchar contra las infecciones.

Los huesos se mantienen unidos a otros huesos a través de unas largas tiras fibrosas llamadas ligamentos: El cartílago, una sustancia flexible y elástica que contienen las articulaciones, sujeta los huesos y los protege en los puntos donde varios huesos friccionan entre sí.

ARTICULACIONES

Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento sería imposible.

Las articulaciones permiten que nuestro cuerpo se mueva de muchas maneras. Algunas de ellas se abren y se cierran como si fueran bisagras (por ejemplo, las rodillas y los codos), mientras que otras permiten hacer movimientos más complejos. El hombro o la articulación de la cadera, por ejemplo, nos permite hacer movimientos hacia adelante, hacia atrás, laterales y de rotación.

¿Qué diferencia hay entre moverse y hacer ejercicio?

Hacer ejercicio es dedicar tiempo a hacer una actividad física como puede ser el deporte al aire libre, en un gimnasio, o una clase de aerobic o spinning. A su diferencia, moverse es la actividad física que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama.

BENEFICIOS DE MOVER CUERPO

· Mejor función cerebral
· Menor riesgo de padecer algún tipo de cáncer
· Mejor estado de ánimo
· Huesos y músculos más fuertes
· Menor riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular
· Menor riesgo de diabetes tipo 2 o complicaciones de la diabetes
· …

¿Qué pasa si no me muevo?

Desde nuestro punto de vista vamos a obviar esta opción porque buscamos recuperar la vitalidad, ser más energéticos y para ello necesitamos movernos. La opción de no movernos no existe ya que eso derivaría a todo lo contrario que estamos buscando. A grandes rasgos: pérdida de energía, pereza, dolores, sedentarismo, enfermedades, y finalmente la muerte.

Información obtenida de Kidshealth.org