El objetivo de las técnicas mente-cuerpo es regular el sistema de respuesta al estrés para que el equilibrio se pueda mantener y sostener, aumentar la conciencia y fortalecer el vínculo mente-cuerpo.
Cinco ejemplos de estas modalidades incluyen Mindfulness, meditación, relajación, Yoga y Tai Chi.
Mindfulness: se caracteriza por la conciencia no evaluativa y sostenida momento a momento de los estados y procesos mentales perceptibles.
En el mindfulness, no ignoras los pensamientos que te distraen, las sensaciones o la incomodidad física, sino que te enfocas en ellos.
Yoga: El yoga fomenta la fuerza musculoesquelética, la flexibilidad y el equilibrio, así como la quietud interior. Con una actitud de atención a los estados tanto del cuerpo como de la mente, uno tiene más información con la que trabajar para manejar potencialmente los eventos estresantes del día a día en la vida.
Respiración: Esta práctica proporciona una forma de salir del modo de piloto automático y entrar en el momento presente. Simplemente estás sintonizado con lo que está sucediendo en este momento, sin esperar ningún resultado en particular.
Técnicas de relajación: La relajación muscular progresiva es un ejemplo de terapia de relajación que se sabe que desarrolla la inteligencia corporal, ya que nos enseña a tensar y luego relajar los músculos sistemáticamente, trabajando en un grupo muscular a la vez.
Visualización: Nuestra imaginación puede proyectar nuestra energía en formas de pensamiento que representan lo que esperamos experimentar en nuestro futuro cercano. Cuando usamos nuestra imaginación para ensayar mentalmente un resultado positivo, estamos invirtiendo poder mental en estas formas de pensamiento, luego pueden servir como “baterías” de energía para impulsar y mantener mejores actitudes y comportamientos.
· Material de trabajo
De todas las técnicas mencionadas para mejorar la conexión mente y cuerpo, anota en el cuaderno aquellas que has probado y puntualas del 1 al 5 para valorar cuales son más beneficiosas para ti.