Un compromiso de estilo de vida saludable es un contrato contigo mismo, sabes lo que necesitas como resultado de la interacción diaria con tu cuerpo y tu mente. Antes de llegar a esta conclusión, el camino del cambio de estilo de vida lo habrás llevado de distintas formas. Tomas acción con pequeños pasos alcanzables que marcan la diferencia y pasas de un plan de cambio de estilo de vida a la formación de hábitos. Tus hábitos más saludables se convierten en tu forma de vida, y este estilo de vida es el nuevo tú. Una persona más saludable, más feliz y más productiva. El compromiso de un estilo de vida saludable se convierte en tu asociación de por vida.
Para llegar a este estado mental, debes comenzar con un plan, comprender qué recursos se necesitan y, sobre todo, inspiración para seguir adelante.
El equilibrio y el conocimiento de lo que necesita tu cuerpo son palabras clave, un compromiso requiere trabajo, paciencia y comprensión para convertirse en una asociación duradera.
El camino hacia un estilo de vida saludable a largo plazo es un viaje y te lleva a través de la motivación inicial de verte cambiar a nuevas metas y desafíos. Si respetas tu cuerpo, le das lo que necesita, cuando lo necesita, la mente también trabajará contigo aquí, ya que comienza a interpretar las señales de una manera más clara.
Material de trabajo: realizar un contrato conmigo mismo, siendo honesto, de a qué me comprometo a largo plazo en mi vida.