La cohesión grupal se podría definir como el sentido de pertenencia que podemos tener a un grupo en particular y los sentimientos asociados con la pertenencia a este grupo, en todos los ámbitos de nuestra vida. Es un factor social que refuerza nuestra identidad y la necesidad natural de crear vínculos con los demás.
En concreto, si lo relacionamos al ámbito deportivo, podríamos decir que cuando sentimos una conexión fuerte y positiva con nuestros compañeros de equipo y entrenadores, la cohesión es alta.
Un destacado psicoterapeuta, Yalom (1995), describió la cohesión del grupo como el atractivo del grupo para sus miembros. Para que nos sintamos atraídos por un equipo, debe ofrecernos algo que necesitamos. La mayoría de los entrenadores probablemente asumen que la oportunidad de competir es suficiente para satisfacer esa necesidad, pero en realidad es mucho más compleja.
La cohesión de tareas
En esencia, la cohesión de tareas se trata de lo que hacen los deportistas. Es probable que los entrenadores que utilizan enfoques de enseñanza más orientados a la técnica desarrollen una alta cohesión en la tarea, ya que la atención se centra en la adquisición de habilidades necesarias de un determinado deporte. Si bien la cohesión de la tarea está relacionada con lo que hacen los deportistas, la cohesión social se centra más en quiénes son los atletas. Quizás no sea sorprendente que a muchos deportistas les gustaría que sus entrenadores sean mejores facilitadores de la cohesión social.
Ganar es un objetivo básico de cualquier deporte y el trabajo de todo entrenador es poner a su equipo en la mejor posición para ganar. Los entrenadores pueden aumentar la probabilidad de ganar fomentando la cohesión general del equipo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los deportes individuales pueden ganar sin un alto nivel de cohesión social.
Los deportistas no siempre tienen que agradarles personalmente a sus compañeros de equipo, o incluso a su entrenador, siempre que puedan hacer el trabajo y mantener un alto nivel de cohesión de tareas dentro de su grupo. Sin embargo, en realidad, los entrenadores deben reconocer que sus atletas son personas más allá de lo que representa un deporte, y conocer a la persona que está detrás del deportista permitirá a los entrenadores crear un entorno con una mayor cohesión general y un mejor rendimiento.
Factores que afectan a la cohesión
Muchos factores afectan a la cohesión que se desarrollará en un equipo. Dichos factores incluyen el entorno, factores personales (personalidad), factores del equipo (normas) y factores de liderazgo (estilos). (Carron, Widmeyer y Brawley, 1985).
Aunque cada variable juega un papel esencial, los factores de liderazgo pueden ser los más importantes. Esta distinción es vital para los entrenadores, ya que tienen una influencia significativa en qué tan bien se desarrolla la cohesión del equipo. Los deportistas modelan instintivamente el comportamiento de su entrenador y ser conscientes de esto puede ayudar a los entrenadores a influir en la cohesión del equipo de manera positiva.
Estilo de entrenamiento
Un factor que ha demostrado tener un efecto en la cohesión del equipo es la actitud general del entrenador hacia todo el equipo (Turman, 2003). Como muchos entrenadores saben, la relación entrenador-atleta es muy parecida a una relación padre-hijo en el sentido de que los atletas modelarán el comportamiento de su entrenador. Si los entrenadores quieren que los atletas lleguen a la práctica con una actitud positiva, es mejor que ellos mismos muestren algo de entusiasmo. En pocas palabras, el entusiasmo es contagioso y promueve la cohesión del equipo, lo que aumenta las posibilidades de éxito de un equipo.
Podemos mencionar algunos aspectos importantes para mejorar el entrenamiento:
- Estilo de entrenador Cooperativo (no autoritario): Compartir la toma de decisiones con los atletas, enseñándolos y capacitándolos para que practiquen la responsabilidad.
- Comunicación positiva: Enfatizar elogios y recompensas para inculcar los comportamientos deseados. Impartir castigos y disciplina en formas alentadoras para fomentar el respeto y la comprensión en lugar del miedo y el desánimo.
- Instructivo: Aprovechar las oportunidades de enseñanza inherentes y enviar mensajes con mucha información, evitando comentarios vagos o demasiado generales.
- Actitud entusiasta: Reconocer la importancia del entusiasmo como una forma de promover la motivación y el propósito dentro de un equipo, haciendo un esfuerzo consciente para mostrar esta energía a los deportistas.
- Abordar el conflicto: Tener un plan para abordar el conflicto y las consecuencias de manera justa y coherente. Informar a los atletas de cómo se manejará el conflicto.
- Ser un líder / mentor: Proporcionar orientación a los deportistas y crear un entorno positivo, inculcando valores que fomenten la motivación.
- Organización: Esforzarse por mejorar las habilidades de gestión mientras se desarrolla, implementa y evalúa las mejores prácticas de coaching, anticipándose a los obstáculos y planificando el futuro.
Actividades en equipo
Según los deportistas, cuanto más tiempo pasa todo el equipo junto, más cohesión se siente entre los compañeros (Turman, 2003). De hecho, muchos entrenadores ya hacen que sus deportistas levanten pesas juntos, compartan cenas de equipo antes de las competencias o se ofrezcan como voluntarios en organizaciones para promover la cohesión. Quizás una sugerencia menos obvia se refiere al uso de líderes (por ejemplo, capitanes de equipo) para influir en la cohesión del equipo.
Los entrenadores deben educar a los capitanes de equipo sobre su rol y cómo usarlo mejor para fomentar una mayor cohesión. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los capitanes de equipo que actúan con demasiada autoridad hacia los compañeros en realidad pueden restar valor a la cohesión del grupo. Como tal, la función de los líderes debe consistir principalmente en comportamientos de apoyo social que fomenten la vinculación del equipo.
Sugerencias para actividades de equipo
- Establecimiento de metas: establecer metas adecuadas y brindar oportunidades para que expresen sus metas a sus compañeros. Identificar propósitos / temas comunes a partir de las respuestas.
- Grupos de discusión: Dirigir grupos de discusión que brinden la oportunidad de hablar sobre un tema en particular que sea relevante.
- Práctica física: Promover la competencia sana dentro de las prácticas e identificar objetivos comunes, animando a responsabilizarse mutuamente por un trabajo adecuado.
- Entrenamiento de habilidades psicológicas: brindar oportunidades para practicar la visualización, el diálogo interno positivo y el desarrollo de la confianza con los deportistas individuales y el equipo en general.
- Celebrar los éxitos: Enseñar a definir el éxito por algo más que el resultado de una competición, celebrando las “pequeñas victorias” que generan confianza.
- Capitanes de equipo: Permitir que elijan capitanes después de las primeras semanas de entrenamiento definiendo claramente los roles de los capitanes y explicando lo que significa ser un líder.
En definitiva, tanto desde una perspectiva práctica como de investigación, la cohesión del equipo es importante para el rendimiento del mismo.
Sabiendo que los entrenadores pueden afectar drásticamente la cohesión, pueden buscar lograrlo tanto en la tarea como en la dimensión social, reconociendo que el ámbito psicosocial es un campo en el que muchos pueden mejorar. Los deportistas buscan orientación en los entrenadores y es responsabilidad del líder alentar activamente la vinculación del equipo y capacitar a los capitanes para cultivarlo en otro nivel.
Aunque existen muchas estrategias sobre cómo desarrollar la cohesión del equipo, el punto más importante es que los entrenadores deben esforzarse conscientemente por lograrlo, comunicando su importancia, tanto verbal como no verbalmente para lograrlo.
Si los entrenadores construyen relaciones sólidas con las personas bajo su tutela y las animan a entablar relaciones entre sí, la cohesión del equipo sin duda mejorará, al igual que el rendimiento general.
Referencias
Carron, A. V., Widmeyer, W. N., & Brawley, L. R. (1985). The development of an instrument to assess cohesion in sport teams: The Group Environment Questionnaire. Journal of sport psychology, 7(3), 244-266.
Turman, P. D. (2003). Coaches and cohesion: The impact of coaching techniques on team cohesion in the small group sport setting. Journal of Sport Behaviour, 26(1), 86-104.
Yalom, I. D. (1995). The theory and practice of group psychotherapy. Basic Books.