Los triunfadores siempre buscan formas de ser más exitosos; para alcanzar las metas con mayor rapidez y seguridad. Y, durante siglos, los autores han estado compartiendo los factores que ayudan a cualquiera a alcanzar sus objetivos.
Si consideras los logros y todos aquellos triunfadores a lo largo de la historia , es de esperar que reconozcas que una pieza clave del rompecabezas del logro de las metas es la actitud.
En la mayoría de los escritos sobre el logro de objetivos que podemos encontrar, la actitud siempre se discute, a menudo se minimiza y, por lo general, se malinterpreta en todo el rompecabezas del logro de objetivos, tres buenas razones para explorar la actitud “correcta”.
La realidad es que tú decides tu actitud, es una de las pocas cosas en la vida sobre las que tienes un control total. El psicólogo de Harvard Williams James dice: “El mayor descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida alterando sus actitudes mentales”. Si deseas rendir al máximo y si deseas maximizar tu felicidad y satisfacción, entonces debes tomar el control del poder de tu actitud para dar forma a tu vida. Desarrollar y mantener una actitud positiva no es simplemente una técnica motivacional de solución rápida.
Es una habilidad disciplinada que debe practicarse y aprenderse.
Por ello, es importante ser consciente de cuál es la actitud correcta (para apoyar el logro y la consecución del máximo de metas), por qué es importante para nosotros como individuos y líderes, y cómo desarrollarla.
¿Cuál es la actitud correcta?
Debemos considerar las tres P de la actitud correcta en el logro de metas:
-Positivismo: La sabiduría que prevalece y muchas investigaciones demuestran que tener una actitud positiva mejora la probabilidad de que logres tus objetivos, acelera tu progreso y, quizás lo más importante, te hace más resistente, todo lo cual te ayuda a superar los obstáculos y a ser persistente en la búsqueda de tus objetivos.
-Posibilidad: La clave de la posibilidad es la fe. ¿Crees que puedes tener éxito y alcanzar la meta? ¿Crees que podemos ganarlo? ¿Crees que la meta es posible? Si crees que es posible para otros, ¿Puedes verlo en ti mismo? Esto es más que una simple extensión del pensamiento positivo. Después de todo, si creyeses que la meta es alcanzable, ¿Qué probabilidades tendrías de trabajar duro para lograrla?
-Proactivismo: La actitud correcta no se trata solo de pensar y creer. La actitud correcta incluye darse cuenta de que debes dar un paso hacia adelante y hacer algo.
A medida que actúas en la dirección de tus objetivos, puedes generar impulso, una mayor fe y mejorar nuestra actitud a medida que avanzamos.
Todo esto suena bastante bien, pero ¿Qué es lo que hace que esta sea la actitud “correcta”? O, más prácticamente, ¿Cómo ayuda esta actitud a tu situación?
La actitud correcta permite los comportamientos correctos: comportamientos de perseverancia, disciplina y creatividad. Permite el enfoque correcto, que es permanecer en el objetivo mental y estar alerta a las oportunidades, así como obtener los resultados correctos, mejorando la probabilidad de éxito en la consecución de tus objetivos.
Comportamientos, enfoque y resultados, podemos crearlos todos, tanto para nosotros mismos como para los que lideramos.
Cada uno de nosotros sabemos cómo se siente cuando tenemos la actitud adecuada (y nos damos cuenta de que es más que una actitud mental “simplemente” positiva) en lo que se refiere al logro de metas, y es posible que muchas veces nos preguntemos cómo crearla.
Creando la actitud
-Fijar la meta: Este es el comienzo. Antes de que podamos lograr una meta, debemos saber cuál es. Esto pone todo en movimiento. Al tamaño y a la naturaleza de la meta afectarán las tres P descritas anteriormente.
Involucremos a quienes influyan a que seamos logrando la meta, si deseamos que los demás crean en ella, debemos involucrarlos tanto como sea posible. La actitud correcta es más fácil cuando los participantes son dueños del objetivo.
-Crear una mayor creencia: Recuérdale a la gente los éxitos pasados; recompensar y reconocer los pequeños éxitos es el camino del logro. Al hacer esto, creas un efecto de impulso y una mayor creencia impulsa la actitud.
-Emociónate con el objetivo: En realidad, esto es una declaración equivocada. No te centres en el objetivo en sí, entusiásmate a ti mismo y a los demás con los beneficios que se obtienen al lograr el objetivo.
Cuando sabes por qué estás haciendo el (arduo) trabajo de avanzar hacia una meta, estás creando la actitud correcta.
-Haz que las metas sean visuales y vívidas. Ayuda a las personas a “ver” el logro de la meta. Si bien esto ya se ha mencionado, es fundamental. Ayuda a tu equipo a hacer que esa imagen sea lo más real posible. Luego, siempre que sea posible, recuérdale a la gente esa visión.
-Mantén la meta frente a ti en todo momento: ¿Tienes una lista de tus objetivos que lees con frecuencia? ¿Tienes los objetivos del equipo “escritos” o disponibles visualmente para las personas en varios lugares? ¿Abres las reuniones del equipo recordando a la gente los objetivos? Cuando nos recuerdan las metas que estamos entusiasmados por lograr, manejamos nuestra actitud y nos mantenemos en el camino “correcto”.
Todos sabemos que la actitud correcta marcará la diferencia. Ahora sabes algunas razones por las que puedes influir y nutrir esa actitud en ti mismo y en tus líderes.
Una vez que tengas la actitud correcta, estarás acelerando tu progreso hacia el logro de tus
objetivos.