El movimiento es vida y salud
Todos sabemos que el movimiento es salud, que la actividad física y el deporte nos alejan de numerosas enfermedades, que nos permiten disfrutar de la vida y de los placeres intrínsecos al baile, al movimiento, a la motricidad.
El movimiento nos cuida a la vez que nos previene de la diabetes, del sobrepeso y de la obesidad, de la hipertensión arterial, de la artritis, de la gota, del síndrome de fragilidad, del síndrome metabólico, etc. Pero, realmente, la sociedad española todavía no realiza suficiente ejercicio como para alejarse de todas estas enfermedades. Pese a los numerosos beneficios, y la meridiana claridad en las recomendaciones de médicos y profesionales del movimiento –los educadores físico-deportivos–, en la práctica algo falla.
El movimiento es sinónimo de Salud, y el sedentarismo de enfermedad
Aunque también podemos comunicar sobre los riesgos del sedentarismo y su clara asociación con numerosas enfermedades, a las que podemos añadir el cáncer, la osteopenia y la osteoporosis entre otras, a la larga lista de enfermedades anteriores. Lo cierto, es que preferimos adoptar un discurso positivo, y destacar los beneficios del ejercicio físico y la actividad física, frente a las repercusiones negativas del sedentarismo. Que es un conocido factor de riesgo cardiovascular que aumenta el riesgo de mortalidad.
Y es que, por mucho que advirtamos de los riesgos del sedentarismo, y aunque también puede ser interesante en términos de Salud Pública, parece ser más efectivo y motivador presentar los beneficios y las mejoras que supone realizar ejercicio de fuerza, entrenamiento de resistencia, juegos y deportes activos.
Incluso el ocio activo y recreativo se ha demostrado que previene las enfermedades no transmisibles, como la obesidad, al aumentar el gasto energético que suponen, y contribuir a que seamos físicamente más activos.
Hacia la calidad del movimiento
Pero, ¿debemos conformarnos con cumplir las recomendaciones de actividad física?
En líneas generales, y sin llegar a las cotas de actividad que representan los deportistas de alto nivel, podemos asegurar que a más actividad física, mayores beneficios de salud tendremos. Pero además de atender a la cantidad, debemos de asegurarnos de realizar el ejercicio de forma segura, bien planificado y para poder extraer, por lo tanto, los mayores beneficios de salud minimizando el riesgo de lesión. Por eso, insistimos tanto en la imperiosa necesidad de contar siempre con profesionales cualificados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que nos orienten y guíen en nuestro camino hacia el éxito, en nuestro camino hacia “ser físicamente activo” porque no solamente vale con moverse, hay que moverse bien. Y también es muy importante saber cómo y cuándo descansar.
Disfrutando del movimiento, abrazando la permanencia activa
Escoger un tipo de actividad física, ejercicio, juegos o deportes que nos gusten y agraden, es fundamental para poder mantenerlo a largo plazo, y que nos sigua reportando beneficios de salud en un futuro.
Esta selección de ejercicios, debería además cubrirnos un adecuado entrenamiento de fuerza, resistencia y flexibilidad, y estaría genial que también contemplara aspectos como el equilibrio, la potencia y la coordinación, pero no olvidemos, que nunca debe faltar el ingrediente clave en la permanencia activa de un buen programa de acondicionamiento físico: la diversión. Debemos tenerlo presente cuando nos preguntemos qué hábitos físico-deportivos son los que más influyen en nuestra salud.
Si somos capaces de entrenar y movernos a la vez que nos divertimos, tenemos muchas posibilidades de continuar siendo físicamente activos, y por lo tanto, tendremos muchas más posibilidades de disfrutar de un envejecimiento activo y saludable.