La suplementación deportiva es toda aquella sustancia complementaria a la alimentación que se pauta en la alimentación de los deportistas con el objetivo de mejorar su rendimiento deportivo o acercarlo a sus objetivos.

En el ámbito de la salud, también se consumen bastantes suplementos dietéticos, como la cafeína, los aminoácidos, las proteínas, la creatina, minerales, vitaminas, y un largo etcétera, de los que no entraremos a hablar –pues no es el objetivo del artículo–, sino que presentaremos algunas consideraciones importantes antes de valorar la suplementación deportiva.

¿Qué es la suplementación deportiva?

Como bien decíamos al comienzo del artículo, entendemos por suplementación deportiva, aquella pauta establecida por profesionales sanitarios de sustancias o complementos dietéticos que tienen un efecto ergogénico, es decir, aquellas sustancias que mejoran el rendimiento de los deportistas, independientemente de su nivel deportivo.

La suplementación suelen estar indicada para atletas profesionales, aunque también se da el caso en deportistas amateurs, o personas que se suplementan simplemente por objetivos de salud, o para acercarse a determinado modelo de composición corporal (aumentar masa muscular, levantar más peso en gimnasio, etc.).

Las bebidas isotónicas también son suplementación deportiva, pues se considera una ayuda ergogénica, especialmente en deportes de equipo, y ejercicios de resistencia. Contribuyen a disponer de energía rápida procedente de los hidratos de carbono simples durante el ejercicio físico; contribuyendo también a la hidratación y a prevenir la fatiga. Son los suplementos ergogénicos más utilizados, y no suelen presentar efectos adversos, sino todo lo contrario. Ahora bien, no está indicado para deportistas amateurs que realizan ejercicios de menos de una hora de duración, pues muy al contrario, el aporte de azúcares puede suponer un efecto negativo en su salud, y estos deportistas deben poder realizar el ejercicio perfectamente si han planificado correctamente su alimentación.

La base es la alimentación, la suplementación el tejado

Hay quien quiere empezar a construir la casa por el tejado, en cambio, tanto si tenemos objetivos de salud, como de rendimiento, los pilares deben ser una adecuada alimentación, rica en verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y grasas saludables. Una vez tengamos unos adecuados hábitos alimentarios, un buen programa de entrenamiento, y hayamos agotado otros recursos ergogénicos (calzado e indumentaria adecuada, horario óptimo, descanso adecuado, etc.) entonces, podemos empezar a valorar acudir a un nutricionista deportivo para que nos asesore en el ámbito de la suplementación deportiva. Pero de nada sirve mejorar el rendimiento un 1% a través de suplementación, si renunciamos a mejorar el 10 o el 20% que nos puede aportar una adecuada alimentación y otros hábitos más importantes.

No debemos autosuplementarnos

Al principio decíamos que la suplementación es pautada por un profesional sanitario, y así es, porque de lo contrario, no será suplementación deportiva, sino un ejercicio irracional de poner en peligro nuestra salud y perder dinero en suplementos, que es muy posible que nos perjudiquen. Hasta el suplemento vitamínico que consideremos más inocuo, puede agravar nuestro estado de salud, pues las vitaminas se pueden almacenar en exceso en nuestro cuerpo, y crear problemas y patologías (especialmente las vitaminas liposolubles), así como puede aparecer hemocromatosis por exceso de consumo de hierro, o hiperpotasemia, por exceso de consumo de potasio. La salud no es un juego, y suplementarse, al igual que automedicarse, es un riesgo que no debemos correr. Si tienes dudas o te gustaría comenzar a consumir determinado suplemento, te recomendamos que acudas a especialistas en nutrición deportiva, y te dejes asesorar.

Además, los suplementos, como la mayoría de las sustancias que ingerimos, interaccionan con otros nutrientes, por lo que pueden impedir que absorbamos determinados nutrientes, o facilitar la excreción de algunos importantes para nuestra nutrición.

Las ayudas ergogénicas no están exentas de efectos adversos para la salud, por lo que antes de consumir nada, consulta con un dietista-nutricionista.

¿Debo suplementar proteína si quiero aumentar masa muscular?

No. En algunos casos en los que el horario de trabajo nos impida consumir suficiente proteína (lo cual es muy raro en Europa), o en personas que tengan especial predilección por los batidos, se puede recomendar. Pero no es necesario y es perfectamente posible conseguir la hipertrofia muscular sin suplementación de proteínas, e incluso con una alimentación vegana, aportando en torno a 1,2 y 1,5 gramos de proteína por cada Kilo de peso corporal de la persona al día.

Si necesitas asesoramiento, o te gustaría saber cómo, desde Free Your GOAT podemos ayudarte mejorando tu dieta, tus hábitos y tu alimentación. Nuestros objetivos son ayudarte a conseguir tus objetivos, y a diferencia de numerosas marcas de suplementación deportiva, no tenemos conflictos de interés económico en este sentido, y no te vamos a “recomendar” ningún suplemento (mucho menos de ninguna marca concreta) que no estemos convencidos de que te puede ayudar.

Una vez más, te recordamos que la suplementación es el tejado, y la alimentación y los hábitos son los pilares de nuestra salud, de nuestro rendimiento deportivo, y de la consecución de nuestros objetivos.