La competencia puede sacar lo mejor o lo peor de cada uno, y las demandas psicológicas son especialmente altas cuando las personas o los equipos se esfuerzan por lograr los mismos objetivos. Sabemos que el control emocional es un determinante del éxito deportivo.


Cuando las habilidades físicas están igualadas, a menudo es el deportista con un enfoque mental más fuerte, quien puede controlar su mente antes, y tiene por lo tanto más posibilidades de ganar. Sin embargo, muchos atletas asumen erróneamente que los aspectos mentales del rendimiento son innatos e inmutables cuando, en realidad, el entrenamiento mental sistemático puede tener un impacto en el rendimiento similar al de los entrenamientos físicos.
Adoptar la mentalidad correcta antes de la competición es uno de los aspectos más cruciales del máximo rendimiento. A medida que aumenta la anticipación, los atletas y entrenadores se enfrentan a las demandas de la situación de diversas maneras, algunos se vuelven retraídos y callados y otros más agresivos de lo habitual, las reacciones emocionales a situaciones estresantes pueden agotar los recursos de un atleta e impactar negativamente en el rendimiento si no se gestionan correctamente.
Por eso es importante contar con una estrategia para lidiar con el estrés previo al desempeño.

Desencadenantes de las emociones


Las emociones se pueden definir como breves sentimientos positivos o negativos que ocurren en respuesta a situaciones significativas o importantes, que pueden influir en los estados de ánimo. Las emociones básicas como el miedo, la ira, la alegría y la sorpresa se experimentan comúnmente en el deporte, aunque a menudo son evidentes mezclas complejas de emociones. Las emociones positivas pueden ayudar a mantener la motivación y permitirnos abordar los eventos con entusiasmo y energía.
Las emociones negativas, por el contrario, están vinculadas a conductas de evitación y retraimiento.

control emocional


Muchos deportistas asocian el aumento de la excitación con la emoción a medida que el cuerpo se prepara para la competición, y lo utilizan como una señal para concentrarse. Esta interpretación positiva de la respuesta de excitación generalmente conduce a emociones más positivas y perspectivas optimistas. Por el contrario, algunos deportistas interpretan cambios fisiológicos como un aumento de la frecuencia cardíaca con ansiedad y preocupación, con un impacto negativo en las emociones que no conduce a un buen rendimiento.
Lo más importante que debes recordar es que tu interpretación de los cambios fisiológicos dirige tu respuesta emocional. Necesitarás practicar esta rutina de forma regular para establecerla como una respuesta habitual que te ayudará a sentirte más positivo y con más energía antes de las competiciones.
El principio clave es controlar las cosas que puedes controlar, pero no desperdiciar energía en cosas que no puedes controlar.

Preparación física

El período de calentamiento puede ser una ayuda psicológica importante, además de preparar el cuerpo para los rigores de la competición y ayudar a prevenir lesiones. Al desarrollar una rutina de calentamiento relativamente estable, se puede reducir la incertidumbre y dirigir la atención del atleta a las señales adecuadas, como la técnica de calidad y la conciencia corporal.
La clave de cualquier rutina es que proporciona al atleta control y dirige la atención a las señales importantes. Los entrenadores y los atletas deben trabajar juntos para decidir las claves de atención clave y la secuencia en la que deben ocurrir. Tales rutinas son lo opuesto a los rituales supersticiosos que le quitan el control al ejecutante, ya que con las supersticiones se cree esencialmente que el resultado está controlado por fuentes distintas a uno mismo.

control emocional

Preparación mental


Los aspectos mentales previos a la competición deben implicar centrarte en lo que vas a hacer durante el evento. Esto puede incluir estrategias específicas y el establecimiento de un enfoque de atención óptimo. A algunos atletas les gustará usar imágenes para recordar experiencias pasadas positivas y generar un sentido de confianza. Las imágenes son un método muy flexible para emplear antes de la competencia, pero deben usarse correctamente para obtener el máximo efecto.


Muchas personas usan imágenes para verse simplemente ganando, pero pueden emplearse para imaginar una buena técnica, afrontar situaciones difíciles, recrear sentimientos emocionales y ensayar mentalmente el próximo acontecimiento. Las imágenes son una técnica poderosa, ya que el cerebro interpreta los escenarios imaginados de manera muy literal, mejorando directamente variables psicológicas como la confianza.

La rutina de “preparación rápida”


El psicólogo Jeff Simons desarrolló una rutina que le permitiría a un atleta lograr una activación mental adecuada en los últimos 30 segundos antes de una competición. La rutina “Quick Set”, que incluye señales físicas, emocionales y de concentración, también se puede utilizar como un medio para volver a concentrarse rápidamente después de una distracción.
Un ejemplo de esta rutina de “configuración rápida” para un deportista podría ser:

visualización deportiva


-Cierra los ojos, aclara tu mente y mantén una respiración profunda y rítmica, inhalando por la nariz y exhalando por la boca (señal física).
-Imagina una carrera anterior ganada, mírate cruzando la línea en primer lugar y recrea esos sentimientos emocionales de éxito (señal emocional).
-Regresa tu enfoque al inicio del sprint, piensa en despegar en la “B” del golpe con la acción apropiada de tu extremidad (señal de enfoque).

Solo logras lo que crees.
Se han realzado los beneficios de las imágenes mentales y han descubierto que cuando un atleta se encuentra en un estado completamente relajado, es particularmente receptivo a las imágenes mentales.
La siguiente etapa es la creación de guiones para ayudar a desarrollar y aplicar las habilidades de imágenes mentales.

Reconocer tus emociones y aprender a manejarlas es una de las habilidades más importantes que puedes tener. De hecho, las personas que son buenas para darse cuenta de cómo se sienten y que pueden calmarse o ajustar su comportamiento tienen más probabilidades de tener un buen desempeño en la vida, tener relaciones saludables y manejar las dificultades y los retrocesos.

Referencias


Goleman, D. (1995):Inteligencia emocional. Ed. Kairos. Mackencie, B.(2002):Mental Imagery.

Ucha G.G. (1996): “El papel de las emociones en el deporte”, 1996, Buenos Aires. UBA.